jueves, 10 de enero de 2013

Pasado, presente y futuro del PAN (de la doctrina a la degradación)

Un buen camarada nos comparte este texto, nos ha parecido una buena aportación en la cual se hace un breve análisis sobre uno de los tres partidos que hegemonizan la vida política de México. 







Pasado, presente y futuro del PAN (de la doctrina a la degradación)



“es tiempo ya de hablar de “acción nacional”, de sus orígenes, del desenvolvimiento que ha tenido hasta hacer posible y necesaria la reunión de esta Asamblea. Nació la idea de un grupo de jóvenes, de jóvenes en el umbral de la vida pública, puesto ante la encrucijada de caminos y de soluciones, de obstáculos y de repugnancias que siempre, pero más particularmente ahora, se presentan al que empieza a vivir”

Discurso de Manuel Gómez Morín a la Asamblea Constitutiva del Partido Acción Nacional

El PAN es un partido con tres historias pero le falta la cuarta, que puede terminar en la primera.
PRIMERA HISTORIA

Su principal ideólogo fue Manuel Gómez Morín, originario de Batopilas, Chihuahua; su educación fue desde sus inicios en escuelas religiosas, que definieron su formación ideológica de corte conservador. Durante su larga carrera académica, siempre fue reconocido como un representante genuino por sus posiciones ideológicas y su vocación democrática lo llevo incluso a formar referencias de pensamiento, como lo fue la Sociedad de Conferencias y Conciertos, con Alfonso Caso, Vicente Lombardo Toledano, Antonio Castro Leal, Jesús Moreno Baca, Teófilo Olea y Leyva y Alberto Vázquez del Mercado grupo que años después sería conocido bajo el nombre de los “Siete Sabios”; allá por los años 1915.
Consecuente con su posición conservadora, Gómez Morín se opone a la política social del General Lázaro Cárdenas del Rio, donde resalta su desacuerdo con la Reforma Agraria, la Educación Socialista, la Expropiación Petrolera y las limitaciones del clero, lo que los grupos conservadores decidieron no tolerar. Sin embargo, esta oposición representada por Gómez Morín, se salió de control, lo que provocó que los grupos caciquiles formaran guardias blancas para asesinar agraristas, maestros y otros. De 1926 a 1928 los grupos cristianos impulsaron una revuelta armada.
Opuestos a las reformas sociales de la joven revolución de 1910 y a la separación de la Iglesia-Estado que restringió los privilegios del clero, a partir de 1934 y hasta 1938, hubo otro levantamiento de los cristeros que no prosperó, siendo en 1939 cuando se constituyó el Partido Acción Nacional, a efecto de contrarrestar la política reformista de los gobiernos revolucionarios.
Se podría criticar o estar en completo desacuerdo ideológicamente con los impulsores del panismo, pero nadie dudaba que sus postulados lo defendieran con vocación, dignidad y honestidad; además, su decisión de cambiar las políticas por medio de las elecciones lo convirtió en un partido real de oposición e independiente del Estado. 

SEGUNDA HISTORIA

Su política y su vida partidaria no cambio básicamente desde 1939 hasta 1988, siendo el fraude electoral contra Cuauhtémoc Cárdenas, cuando el beneficiario Carlos Salinas de Gortari usurpa la Presidencia de México, el inicio del ciclo de la degradación de la clase política mexicana y el comienzo, en este periodo, de la segunda historia del PAN.
Así, surge la nueva relación del PAN con el Estado, y como acto simbólico de este nuevo ciclo, el entonces legislador Diego Fernández de Cevallos llama a quemar las papeletas electorales del fraude de 1988. A partir de entonces, el partido blanquiazul comenzó su acceso al poder en el ámbito estatal con la victoria de Ernesto Ruffo en la gubernatura de Baja California Norte; se convirtió en la oposición co-gobernante en el plano federal; inició el dialogo y la negociación con los gobiernos priistas, especialmente con el Presidente de la Republica; aceptó el financiamiento público; y utilizó el pragmatismo para multiplicar sus victorias electorales; todo lo que posteriormente fue bautizado como concertacesion.
Esta política ocasiono una fuerte división dentro del partido, la cual dio origen a la disidencia que José Ángel Conchero, quien en los setentas fue acusado de abandonar la doctrina panista, encabezo junto con Bernardo Batiz, Pablo Emilio Madero, Jesús González Schmal, entre otros. Este grupo defendió los principios ideológicos y políticos del PAN aglutinándose en lo que después se conoció como el “Foro Doctrinario y Democrático”.
Para 1992, en medio de descalificaciones, abandonaron el partido, acusando no solo el pragmatismo y la colaboración con el priismo, sino el apoderamiento por parte de grupos de derecha y ultraderecha, entre ellos señalaron al Yunque, el MURO, Ancifem, y a personajes como Ernesto Ruffo Appel y Luis Felipe Bravo Mena, quienes no promulgaban la verdadera doctrina panistas sino que obedecían a los interés empresariales más rancios, llegando, en esas condiciones, a la Presidencia de la República con Vicente Fox Quezada.

TERCERA HISTORIA

Vicente Fox, muy confundido, pensó que su triunfo electoral era más que un “triunfo cultural”, diría Carlos Castillo Pereza (como caracterizó al régimen salinista), y empezó toda una serie de medidas pensando que la victoria significaba la aprobación del programa conservador de su partido, cuando en realidad solo fue una demostración del hartazgo de población hacia los malos gobiernos priistas.
Pretendió eliminar derechos de la mujer, profundizo las relaciones y beneficios para la iglesia e impulso reformas que atentaban contra el interés social, acciones que lo estaban llevando a un laberinto, del que demasiado tarde se dio cuenta.

Sobresalen también las aspiraciones reeleccionista de la familia Fox-Sahagún, al pretender impulsar la candidatura de la entonces primera dama Martha María Sahagún Jiménez para ocupar nuevamente el cargo presidencial, anhelo que la audaz intervención del político sonorense, Alfonso Durazo Montaño, frustró, alertando sobre la política equivocada del panismo en casi todos los aspectos, como por ejemplo, en la utilización de la función y recursos públicos para fines personales de los militantes panistas, y lo más asombroso, en el uso más abusivo de la difamación como método contra sus adversarios políticos, como fue el caso de desafuero contra Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Algunos, todavía como presa fácil, acusan a Durazo Montaño de trepador de la política sin analizar el verdadero papel de este hombre, que decidió jugarse sus privilegios por cuestión de principio, y hay que decirlo, por su vocación republicana, sin que esto signifique que compartamos su postura.
En medio de la campaña electoral del 2006, con todo el poder del Estado, Vicente Fox Quezada, el PAN, las televisoras y el Consejo Coordinador Empresarial, ante los ojos del mundo, orquestaron la campaña de odio, y sucia por consecuencia, contra AMLO, quien podríamos decir, menospreció la política facciosa y antidemocrática de Fox y el neopanismo durante el desafuero.
Dijera Vicente Fox “en el desafuero AMLO me ganó pero en la elección le gané, soy el único que ha ganado dos elecciones presidenciales”, pero…, en realidad no ganó, ni él, por haber dejado polarizado al país, ni el que dijo “haiga sido como haiga sido”, quien debió haberse visto en el espejo de Carlos Salinas de Gortari, para entender el repudio histórico al que se estaba arriesgando. Hoy, ya es demasiado tarde.

POSIBLE CUARTA HISTORIA Y EL REGRESO A LA PRIMERA HISTORIA

La historia del PAN empezó con mística reflejada en su honestidad política; cuando se asomó al poder se degradó y se hundió en el pragmatismo; y cuando tomó el poder, no sólo aprendió las mañas para ejercitar la corrupción de su antecesor, sino que profundizó la corrupción, la calumnia y la impunidad con un cinismo nunca visto.
El costo político que ha pagado el PAN es indiscutible: corrupción, pragmatismo, nula credibilidad y sin ninguna posibilidad de ganar la Presidencia de la Republica en el 2012, como tampoco la tubo hace seis años. En medio de esta crisis que solo el panismo no quiere ver, hoy no hay condiciones para que la historia se repita, ya que si en el 2006 el candidato priista no hubiera sido Roberto Madrazo, los poderes facticos no se hubieran visto en la necesidad de imponer a cualquier costo a Felipe Calderón: así como el piismo por medio de los gobiernos estatales apoyo a Felipe Calderona si mismo lo hizo el PAN con Enrique Peña Nieto
El panismo, todavía en el 2012 podría ver afrontado la crisis y bueno hoy lleva consigo una pesada carga.
La situación del país está de cabeza, desempleo, carestía, miseria, violencia, y con todo el cinismo e impunidad, los funcionarios panistas utilizan los bienes públicos para enriquecerse; créanlo, todo mundo la sabe.
¿Qué puede hacer un partido que dice representar a una corriente de pensamiento ante esta situación? ¿No tienen derecho los mexicanos que honestamente piensan que la iniciativa privada y la iglesia pueden contribuir al desarrollo de la sociedad a que los represente un partido?
No es necesario remitirse a los postulados de Gómez Morín, únicamente hay que aceptar que existe un sector de la población que está convencida de que la iniciativa propia y la doctrina religiosa pueden abonar a la diversidad de la sociedad, solo eso.
Los orígenes de PAN debieron ser sostenidos y tienen derecho a ser defendidos. Cuando Felipe Calderón usurpó la presidencia de la República, le hizo un grave daño moral a su partido y a quienes dentro o fuera del mismo coinciden en sus postulados.
Si Calderón en su momento hubiera renunciado o no hubiera aceptado el supuesto triunfo (claro que el hubiera es un referente), la estatura moral de este partido, que dice representar a una corriente de pensamiento, estaría hoy por las nubes. Sin embargo, eso no sucedió.
El nuevo sujeto, que indiscutiblemente también juega un papel en la historia, acepta que “Nació la idea de un grupo de jóvenes, de jóvenes en el umbral de la vida pública, puesto ante la encrucijada de caminos y de soluciones, de obstáculos y de repugnancias que siempre, pero más particularmente ahora, se presentan al que empieza a vivir…” y mira qué curioso ahora este impute lo representa el movimiento yosoy132 y básicamente impulsado por jóvenes que sus acciones y sueños ¡Utopías, pues, Utopías! En el sentido filosófico, lograron transcender ríos, bosques y mares, al otro lado del mundo… 
El PAN es difícil pueda volver a su origen, sin embargo los humanistas deben volver al punto de partida y pueden inaugurar una cuarta etapa que sería en inicio de la primera; no hay de otra.
Solo los trogloditas pensaran que los epítetos desaparecerán las posiciones conceptuales de los humanistas dentro del universo de las ideas; yo no lo creo; pero el PAN hace años que ya no representa esta referencia ideológica y política.



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